Ofrecemos las palabras pronunciadas por el Suboficial Mayor del RIL. Garellano 45, con motivo de la Comida de Hermandad celebrada el día 3 de junio en el Acuartelamiento de Soyeche (Munguía), para celebrar el 36º Aniversario de la creación de la AGBS. Alocución llena de referencias al «factor humano» que da sentido al estilo de vida conocido como el de la «básica».
Con su permiso mi General. En primer lugar quiero agradecer a nuestro General Rodríguez Trapiello, Comandante Militar de Vizcaya, ejercer la presidencia de esta comida, igualmente quiero agradecer al Coronel Jefe del Regimiento y al Comandante Jefe de la USAC. por su total colaboración y apoyo logrando que este aniversario tenga la prestancia que requiere; también a nuestros compañeros de la Armada y Guardia Civil por su presencia y en definitiva a todos vosotros por, con vuestra masiva asistencia, realzar más aún si cabe este aniversario.
Otro año más nos reunimos en este Acuartelamiento, para celebrar el 36 aniversario de la fundación de nuestra Academia General Básica de Suboficiales. No quiero extenderme con una interminable sucesión de datos y fechas sobre su fundación y sobre su, aunque corto, intenso historial, pues estoy seguro de que todos lo conoceréis y además está expuesto en el librillo que se ha distribuido, pero si quiero hacer una pequeña reseña sobre el “factor humano” de la referida institución y sobre todo de la importancia que nuestra “básica” ha tenido para el Ejército de Tierra.
La AGBS sirvió para renovar y unificar el sistema formativo del futuro suboficial, adecuándolo a los nuevos tiempos y exigencias, formando un nuevo tipo de sargento, el cual además de seguir siendo un excelente guía de sus soldados, adquiriera unos conocimientos técnicos que le permitieran afrontar, una vez en sus destinos, novedosas situaciones cada vez más complicadas y no exentas de responsabilidad.
Desde aquella incipiente 1ª Promoción, en el sentido más estricto de la palabra levantó la Academia, hasta la actual 36 Promoción, que este próximo verano obtendrá sus ansiados galones de Sargento, con diversos criterios muchos han sido los cambios sufridos en ese período de formación, algunos con la intención de mejorar las expectativas de la nueva tropa profesional, otros para adaptar las actuales competencias del Sargento recibidas de acuerdo a las misiones actuales, como gran conocedor y experto de los nuevos sistemas tecnológicos, en definitiva el suboficial no puede quedarse atrás en el camino de la actualización.
Este acto es más importante aún si cabe en cuanto a que en los últimos años la Escala Básica de Suboficiales ha afrontado decisivos y polémicos cambios, sin nuestro querido lema en el vértice Costampla, sin el reconocimiento académico correspondiente a sus años de estudios, con la inquietud que produce el retraso en el ascenso a determinados empleos, con la unificación de escalas, con la supresión nuevamente del acceso directo y con ello la imposibilidad de ascenso a oficial, pero el espíritu de la “básica” esta muy por encima de todo eso ……y sigue firme como el primer día. Cambios, algunos de difícil comprensión, cambios con los que podemos estar más o menos de acuerdo, pero los 23.185 alumnos que un día recibimos el Real Despacho de Sargento en Tremp, tenemos una hecho en común, nuestra “básica” nos ha creado un estilo y nos ha dotado de unos hab1tos profesionales que nos han marcado para el resto de nuestra vida, y que han sido y serán guía fundamental en el ejercicio de nuestra profesión, y que incluso trascienden a nuestra vida cotidiana.
Por ultimo no quisiera dejar pasar este aniversario sin elevar un recuerdo a todos aquellos suboficiales y oficiales que un día se formaron en esta institución, y ofrendando su vida en el cumplimiento del servicio, cumplieron hasta sus últimas consecuencias aquel lema que tantas veces leímos y ahora preside el monolito de la Explanada de Actos de la AGBS.:
“A España servir hasta morir”
Para todos ellos nuestro recuerdo y una oración.
Muchas gracias a todos.