Pendientes de la llegada de unas fotografías originales sobre el acto y nuestra participación directa en el mismo, nos han obligado a retrasar la pertinente reseña hasta este momento en el que, desgraciadamente, no ha sido posible contar con dicho reportaje gráfico y solo podemos ofreceros el textual con el mayor lujo de detalles.
Efectivamente, la historia comienza meses atrás cuando se recibió una comunicación de la Fundación Museo del Ejército invitándonos a participar en el homenaje que se estaba organizando a los héroes de Baler con motivo del 120º aniversario de su gesta.
AMESETE entendió perfectamente el momento histórico que se pretendía conmemorar pues, fiel a sus principios estatutarios, la figura del suboficial estaba presente y donde él esté, estaremos nosotros.
Dicho y hecho. Consultada la Junta Directiva se aprobó por unanimidad la propuesta del vicepresidente de la Asociación, Coronel Martínez Delgado, de donar un euro por cada día que duró el asedio, es decir, 337 euros que se remitieren a la citada Fundación, organizadora del evento, como antes señalábamos.
Llegado el momento de celebración del acto, se recibió invitación expresa para el presidente y vicepresidente de AMESETE para asistir en calidad de invitados distinguidos. Ante la imposibilidad de asistencia de ambos, el presidente decidió que no se podía desairar a los anfitriones ni tampoco estar ausentes en un extraordinario e histórico acto en el que directamente se homenajeaba a nuestros suboficiales y designó para su representación a la figura insigne de una de las personas que más ha hecho por la Básica desde su nacimiento y finalmente tuvo el honor de dirigirla entre 1988 y 1989. Nos referimos al Socio Protector nº 13, Excmo. Sr. D. EDUARDO BONELLI OTERO, General de Brigada de Infantería DEM, en situación de 2ª Reserva y con domicilio en Madrid quien, con sus 85 años de vida, su flamante uniforme y su vieja moto con la que a diario se pasea por la capital de Reino, se personó en los actos, asistiendo desde lugar preferente.
Durante los actos fue motivo de la admiración, el respeto y el cariño de todas las autoridades que lo saludaron y, en especial, por los altos mandos militares quienes, con sincera cortesía militar cedieron puesto preferente a este veterano soldado perteneciente a la 11ª promoción de la AGM cuando hoy en día ya tenemos generales de la 41ª promoción, es decir, 30 posteriores o, lo que es lo mismo, que aún no habían nacido cuando nuestro Coronel ya estaba sirviendo a la Patria como aguerrido teniente.
Según nos cuenta el General, el acto fue largo pero emotivo, cargado de historia y un sincero reconocimiento de los españoles hacia aquellos olvidados héroes que hoy están en la boca de todos, admirados y queridos por haber servido a España con honor y lealtad. Y ente ellos, un antiguo suboficial, el entonces 2º Teniente Saturnino Martín Cerezo quien, como jefe de los 33 supervivientes, recibió el homenaje sincero de la nación filipina cuando dieron por finalizado su encierro y salieron con todos los honores aquel inolvidable 2 de junio de 1899.
El primer presidente de la Filipinas independiente, Emilio Aguinaldo, decretó que fuesen tratados “no como prisioneros sino como amigos”, por haber protagonizado una “epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo”, según el texto del decreto promulgado el 30 de junio de ese año.
Nacido Saturnino en Miajadas (Cáceres) en 1886, ascendió a Sargento en 1888 y ya de 2º Teniente participó en los hechos de Baler finalizando como comandante jefe del destacamento por sucesión del mando ante el fallecimiento de su jefe.
Condecorado con la Laureada de San Fernando el 11 de julio de 1901, terminó sus días el 2 de diciembre de 1945, como General de Brigada de Infantería, empleo al que ascendió el 1 de junio de 1931 en la Escala de Reserva.
En 1904 publicó un libro titulado “El Sitio de Baler, notas y recuerdos”, donde cuenta todos los pormenores del sitio.
General Maldonado Presidente de la Junta Directiva Asociación AMESETE 23-01-2020